En nuestra escuela acordamos… |
En nuestra escuela no se aceptará… |
Reconocer los valores propios de cada sujeto de la comunidad y el proceso de construcción de la subjetividad que transitan especialmente en su formación los niños y los jóvenes. Promover en las relaciones la empatía, la calidez emocional y la asertividad. Asumir el Ideario y el Proyecto Educativo Institucional construyendo progresivamente el sentido de pertenencia. Es ciudadano de una sociedad democrática aquel que sabe examinar las consecuencias de sus actos, que puede pasar de la inmediatez a la reflexión y que invierte el tiempo necesario en la resolución de los conflictos. Cuidar entre todos la integridad de las personas y la seguridad en los espacios. La toma de conciencia sobre la preservación y el cuidado de los recursos naturales y su traducción práctica a la vida diaria es un eje transversal y prioritario en nuestra institución. Siendo la escuela el ámbito privilegiado para el aprendizaje favorecer entre todos los actores la interacción con el conocimiento, la creatividad, el espíritu crítico y la sensibilidad, asumiendo la responsabilidad del estudio, la cultura del esfuerzo, la valoración del trabajo y la capacitación. Participar activamente en la vida escolar enriqueciendo el Proyecto Educativo y la consolidación de una adecuada convivencia. Hacer un buen uso de los materiales, recursos e instalaciones cuidando y disfrutando de lo que la escuela ofrece. Que por ámbito escolar entendemos el interior, alrededores y adyacencias de la escuela, vistiendo o no el uniforme, asumiendo que allí se debe sostener una conducta acorde al Ideario, al Proyecto Educativo y los presentes Acuerdos de Convivencia. |
La falta de respeto a las personas y/o a sus funciones, la subestimación o desvalorización. Las expresiones, actitudes o acciones inadecuadas ya sean verbales, escritas, físicas, digitales y/o virtuales hacia o entre las personas. El incumplimiento de las pautas del reglamento interno. Ninguna estrategia, para la resolución de los conflictos, que no tenga que ver con el diálogo en primera instancia, la posibilidad de hablar y de ser escuchado, las reparaciones y las medidas o las sanciones que devengan de la trasgresión de los acuerdos, los reglamentos y las normativas, siempre en el marco del contexto educativo. Indiferencia frente a la construcción colectiva y responsable del plano de riesgo, los descuidos o el incumplimiento de responsabilidades asignadas. La desprolijidad, el derroche de insumos, el desorden y/o la falta de higiene en los espacios que se utilizan, como así también la no valoración de las responsabilidades que nos caben en este sentido o el desinterés. La falta de compromiso en las tareas de cada uno, el incumplimiento de los tiempos y formas, la falta de evaluación y autoevaluación en todos los miembros de la comunidad, de acuerdo al lugar que ocupa, periódica y sistemáticamente. El no reconocimiento o falta de aceptación de los distintos grados de participación y decisión otorgados por las diferentes funciones y roles que desarrollan los miembros de la comunidad, los cuales generan el límite óptimo que asegura la buena convivencia. La destrucción intencional o negligente de los elementos, del edificio o del ámbito escolar, en ninguna medida. Cualquier tipo de manifestación exacerbada, la falta de decoro, la perturbación de las rutinas comunitarias, las molestias a los vecinos o en la vía pública, las acciones que pudieran afectar la seguridad de las personas. |